lunes, 21 de diciembre de 2015

¿tarde?

Lo cierto es que a veces se le da la importancia a las cosas/personas cuando ya es "tarde", cuando el daño ya está echo.
Y no hay cosa que cueste más que recomponer eso, porque lo más difícil, aunque no lo parezca, es perdonar - olvidar y continuar, como si realmente nada hubiera pasado, mirando hacia otro lado.
Y es que las cosas duelen, pesan, cuestan... Y por mucho que queramos recoger todos los trocitos de algo roto, nosotros mismos, nos hacemos daño intentando recomponer todo trozo a trozo...
Por mucho que queramos, nada puede ser lo que era antes después de un golpe, caída, tropiezo... Porque ahí estarán los miedos, la decepción y el resentimiento, impidiendo una y otra vez continuar.
Es que después de romper un vaso, hacerlo añicos y pedirle perdón, ¿el vaso cambia? ¿vuelve a estar como antes? ¿Vuelve a ser el mismo? A todo, no.
Reconstruir algo, no solo cuesta tiempo, sino sacrificio, dedicación, voluntad, ganas, sinceridad... Así que pensar, pensar bien antes de hacer daño, porque recuperar todo lo perdido en un mal acto, no cuesta precisamente poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario