jueves, 13 de agosto de 2015

Que no se pierdan.


aquella tarde, la encontré,
llorando en aquél lago,
no sé que demonios hacia allí,
tampoco sé porqué escondía su sonrisa,
tras una cortina de lágrimas...
bien, como decía...
la encontré, allí, llorando...
me acerqué y le dije ¿se te han perdido?
ella me dijo: ¿el qué?
y le dije: las razones por las que sonreir.

Esbozó un suspiro, como quien lo dice todo...
Sin necesitar palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario