lunes, 27 de abril de 2015

Y, de repente, pasó.

"Allí estabas, con tu chaqueta azul, la mirada perdida y tu falsa sonrisa, como la mía.
        Allí estábamos los dos, como dos desconocidos, con recuerdos compartidos.
              Pero sobretodo: amor, sí, sobretodo lo que compartimos fue eso, un simple a la vez que complicado amor.                              ¿Y... dónde quedó ese amor?
                   
Ese que nos dio noches en vela, mañanas de ojeras, conversaciones tan llenas.. 
Ese que me enseñó qué significaba anteponer la felicidad de otra persona a la mía misma.
Ese que nos hizo valorar hasta el mínimo detalle que hicieran por ti.
Aquel amor que nos hizo llegar a la locura. Nos hizo llegar al éxtasis...

Pude llegar a tocar el cielo por ti, como también contra el suelo me vi.
   Pude llorar mares por ti, como reír a carcajadas por cada estupidez que hacía junto a ti.
      Pude amarte, tanto como odiarte.
         Sí, eres lo peor que me ha pasado nunca.
              A la par que lo mejor que me ha podido pasar, equilibradamente, eso has sido.
                   Lo peor, y lo mejor.
                       Me enseñaste a ser tan buena, como mala.
                           Pude ser tan inmensamente feliz, como enormemente triste.
                             Nunca hubo punto medio. Siempre, fuimos un extremo.
                                Entre lo bueno y lo malo, entre lo negro y lo blanco, nunca hubo gris.


Pasó, simplemente pasó, que nuestro amor se esfumó.

Llámalo destino, quizas ni tu estabas hecho para mi, ni yo lo estaba para ti.

Asi que guarda, mejor dicho, esconde, todo recuerdo que quede de mi, solo asi podras continuar sin mi, haciendote mas facil, volver a sonreír.

Y yo... Me encontraré, creeme, lo haré."





No hay comentarios:

Publicar un comentario